domingo, 27 de julio de 2008

A vueltas con el azar

El pasado viernes leí en El País una entrevista a Hemenegildo Sabat, periodista y caricaturista. Debo reconocer que no leo a menudo los diarios, pero resultó que, debido a una avería en mi coche, me vi obligada a coger el tren para dirigirme al trabajo y que, lejos de lo que me esperaba, acabé el libro al que me estaba dedicando. Así que decidí echar un vistazo al diario. No es que la entrevista en cuestión me interesara especialmente, sin embargo la frase extraída a modo de titular llamó poderosamente mi atención: "Renuncié a las palabras porque crean confusión". Semanas atrás esta frase no me hubiera dicho nada relevante, probablemente no habría suscitado mi curiosidad. Pero el azar quiso que justo un par de días antes hubiera acabado de leer Ciudad de cristal y, evidentemente, la frase con la que accidentalmente acababan de tropezar mis ojos cobraba toda su plenitud, estaba llena de significado.

Ciudad de cristal es la primera de las novelas que conforman la Trilogía de Nueva York, escritas por Paul Auster entre los años 1985 y 1987. La historia comienza con una llamada de teléfono que recibe el protagonista (Daniel Quinn) en mitad de la noche, preguntando por un tal Paul Auster, detective privado. La insistencia de quien llama y cierto asqueamiento del protagonista con su vida, hace que Quinn adopté una identidad falsa, haciéndose pasar por el mencionado detective privado y metiéndose en un lío típico de Auster (autor, no personaje) La novela, que se plantea en un principio como una historia de detectives al uso, tiene particularidades que, bajo mi punto de vista, hacen pensar en una película de David Lynch: personajes muy estrafalarios, situaciones extrañas, reflexiones filosóficas (en este caso en torno al lenguaje y la religión). A pesar de ello como novela policíaca no resulta ser gran cosa. Sin embargo hay un momento en el que la historia da un giro importante que la convierte en un tipo de novela diferente, algo fuera de lo común en una historia policíaca al uso y que hace que el lector la examine desde otro punto de vista.

Y como no podía ser de otra manera, los rasgos característicos de Auster: relaciones paterno-filiales conflictivas, el azar, la confusión entre realidad y ficción (si bien no tan conseguida como en otras historias como Smoke). Y el hilo común encargado de tejer historias posteriores: Auter, Quinn, el cuaderno rojo... la base para crear una historia global, completa y circular.

¿Que qué tiene que ver la frase de Sabat con el libro? Tendréis que leerlo para averiguarlo.


Título: Ciudad de Cristal
Autor: Paul Auster
Editorial: Anagrama.
ISBN: 978-84-339-1476-7

No hay comentarios: